31 VPO EN CENTRO HISTÓRICO

C/ CHINCHILLA Y ALTA, MÁLAGA

El planteamiento de partida queda muy condicionado por el marco normativo, los criterios de aprovechamiento impuestos por el promotor y sobre todo por las preexistencias del sustrato arqueológico que con arreglo al dictamen de la Delegación de Cultura han de mantenerse. El PEPRI Centro estructura una ordenación en manzana en continuidad con la trama urbana existente, indicando como elemento estructurante de las actuaciones la presencia del patio como lugar de comunicación, relación y ventilación de las viviendas.

La excavación arqueológica llevada a cabo en los solares constatan un edificio dividido en varias estancias que constituirían parte de un complejo artesanal, con suelos a distinta altura y una pileta de decantación de arcilla. La mayor parte de los restos conservados corresponden a la época almohade (XII-XIII), destacando un gran horno excavado parcialmente en el nivel geológico. La importancia, estado de conservación y envergadura de las estructuras documentadas así como su significación en el contexto de la Málaga musulmana, aconsejan su conservación in situ.

Partiendo de las premisas del patio como estructurante de la ordenación de conjunto, devolviéndole su significación como articulador de recorridos y relaciones y de la imposición de la conservación “in situ” del sustrato arqueológico con el especial valor de los hornos cerámicos, se propone una ordenación que permeabilice la manzana y permita generar recorridos de índole semi-público a través de una secuencia de patios y umbrales, luz y sombra, que van dando servicio a los distintos conjuntos de viviendas y que integran en su secuencia la “musealización” de los restos arqueológicos.

Partiendo de una planta baja “permeabilizada” que genera unos recorridos a cubierto, proponemos un esquema de circulación que permita hacia el interior de las manzanas desde ambas calles, generando una rica variedad de opciones que pasan desde el acceso a las viviendas, a la mera contemplación de los restos arqueológicos o simplemente la utilización de la manzana como lugar de paso.

El promotor del concurso solicita la implantación de 31 viviendas Protegidas de Precio General (con un mínimo de 24 viviendas de 2 dormitorios).
La propuesta resuelve el edificio dentro de los parámetros urbanísticos con un total de  31 viviendas, de las cuales 25 son de dos dormitorios y 6 de un dormitorio.

Esta suma de vacíos concatenados supone una perforación longitudinal del edificio que se pone en relación con el vacío del patio y posteriormente, completa la secuencia con el acceso a los espacios comunes que quedan directamente vinculada con el patio o vacío central. Todo ello queda a su vez relacionado mediante una envolvente común en fachada y cubierta con una disposición “aleatoria” de huecos que se adaptan a las condiciones de ventilación e iluminación de los espacios interiores de las viviendas y que a su vez cualifican los espacios libres interiores.

Se proponen leves variaciones de una vivienda tipo (homogeneización de tipologías, racionalización de estructura, cerramientos, reducción de costes de ejecución..),  configurando un perímetro exterior construido con una implantación de 13 viviendas en planta baja, 15 viviendas en planta primera y 4 viviendas en planta segunda, y unas galerías interiores de circulación, abiertas a una concatenación de patios/patio central, recogiendo los invariantes de la arquitectura popular y de las corralas de vecinos, favoreciendo un espacio central abierto de relación y de vida en comunidad.

La formalización exterior sugiere materiales y formas tradicionales y reconocibles en el entorno próximo, de este modo, es el plano de cubierta plano con sus particiones, paños y perforaciones la que recoge los invariantes tipológicos del pueblo a media ladera. Por otro lado el revestimiento de fachada blanco y la utilización en el plano horizontal del ladrillo visto con los tonos y destonificaciones del entorno próximo, acerca el edificio al entorno y permite una integración en el modelo urbano próximo, manteniendo un leguaje contemporáneo.

El edificio completa por tanto un programa tipológico (cocina, estar, dormitorios, aparcamiento, galería, azotea, patio) así como un programa topológico (umbral, sombra, terraza, vegetación, frescor, ventilación, luz...)

Estas sucesiones de espacios vacíos y llenos, interiores y exteriores, permiten jugar con los volúmenes, las luces y las sombras que deslizan en las paredes.